Nosotros...

Nosotros...

miércoles, 13 de enero de 2021

 

Empezando… PERO NO DESDE CERO




 Bueno… ¿alguna vez has sentido el desequilibrio? ¿Has visto como de la noche a la mañana todo lo que era tu forma de vida ha desaparecido? ¿O seguramente en algún momento te has dado cuenta de que debes empezar desde cero… otra vez? Sin pena y sin gloria, simplemente estas cosas pasan y es ahí cuando solo tienes dos opciones para elegir, solo dos:

O renaces o mueres con ese pasado.

Pues tuve que elegir las dos; morí con mi pasado para poder renacer e inventarme algo nuevo.

Tenía bastante claro que echaría de menos hacer “ese” Mushing, aquella rutina de cada día, esos viajes cargados con perros hasta las cejas recorriendo cientos de kilómetros o incluso miles también. Aquellas quedadas con los amigos y no tan amigos de siempre, compartiendo fuegos, cenas, caminos, victorias y risas… muchas risas.

Marcarme un objetivo, una carrera que cada vez fuera más difícil, más dura y con más kilómetros. Ver y sentir a mis amigos en la línea de llegada orgullosos y felices recibiéndonos al equipo y a mí. Claro que echaré de menos algunas cosas.




La vida son ciclos, deben empezar, ser vividos, aprender de ellos para que luego se puedan apagar y así dar comienzo a otros nuevos. Que se acabe un ciclo no es motivo para llorar, es motivo para inventar otra vez, ¡¡es otra oportunidad!! Así que, “BON VOYAGE” ¡¡¡y no vuelvas!!!

Empezar desde cero… pero sabiendo, ¡¡no puede ser un comienzo tan jodidamente perfecto!!

A ver, llevo años trabajando con una manada muy grande, entrenando y compitiendo con un tiro largo de 6 perros, he pasado por un accidente yendo en trineo, he aprendido por las malas, mi equipo nació en mis propias manos… pues no, no he de dejar el Mushing, he de hacer mi propio Mushing… ¡¡¡yeaaaahhhhhh!!! JODIDAMENTE PERFECTO.




El ser humano está en constante crecimiento y evolución y yo no pienso quedarme atrás, ni de coña. Aunque joder, todo lo que he llorado por pensar que debía abandonar el Mushing para siempre (supongo que necesitaba llorar todo un océano para darme cuenta de que siempre fui una verdadera Musher aunque algunos me dijeran que no lo era o que jamás lo podría llegar a ser).

Lo he hablado muchas veces con Rubén (Lupusmushing Team): el Mushing es mucho más que entrenar para hacer una carrera… es estar con tus perros, atenderles, limpiarles, ir a pasear con ellos, diseñar unas casetas increíbles para sus descansos y construirlas, romperte el coco para montar el Kennel en el mejor sitio de casa, entrenarlos, correr las montañas salvajemente junto a ellos… y es aquí donde uno se da cuenta de que en la sencillez se encuentra escondidita y bien camuflada eso que se llama FELICIDAD.

El Mushing lo llevas dentro, sientes fuego en tu corazón y es una emoción que te acompañará el resto de tu vida. Da igual si es haciendo canicross, o bikejoring, patín o carro con tiro largo, lo que importa es cómo lo sientas y qué quieres ser. Lo que tiene significado es tu ilusión y la manera en la que sueñes despierto. Últimamente viajo mucho en mis sueños junto a mis perros… No paro de imaginar…




Hoy ha empezado a nevar y me invaden sin control dos sensaciones… la primera recuerdo como si no existiera la gravedad, deslizándome suavemente con la tabla de Snow mientras surfeaba las olas en la nieve. La segunda siento muchos más sentimientos que dibujan una leve sonrisa en mi rostro… oigo las respiraciones de mis perros, siento mil agujas clavándose en mi cara por el frío gélido, el aroma es una mezcla entre eucalipto, leña quemándose en una chimenea y a sándalo. El horizonte es infinito, no hay ni fronteras ni límites…

Mushing… esa palabra… mi corazón late más fuerte, se acelera sin obedecerme y mi mente viaja de un lado a otro al margen de la distancia, espacio y tiempo proyectando imágenes inventadas recorriendo kilómetros y kilómetros junto a mis perros atravesando bosques completamente nevados en Suecia, luchando con los vientos polares a 70 grados del Norte en la Bergebylopet en Finlandia, sumando otra Spain Long Distance a nuestros lomos pero esta vez la larga de 200 kms, coronamos 100 veces el pico de Urbión, disfrutamos unas decenas de aventuras recorriendo todos y cada uno de los caminos en La Rades, hacemos 94 vivacs en las 94 veces que corremos los 94 kilómetros entre ida y vuelta en la Horizontal de Somosierra…

 



Ya se… poco a poco, sin relojes, sin contar los kilómetros, me toca comprar arneses, líneas de tiro, material, hacerme con un viejo y pequeño quad para poder entrenar con mi equipo… Lo conseguiré y realmente no me importa el tiempo que deba pasar hasta que consiga todo, el Mushing está aquí y en mi interior arde en llamas una auténtica Musher, una guerrera…….

Nuevos comienzos, nueva y próspera vida, allá voy…