Nosotros...

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viernes, 6 de febrero de 2015

OSTIA MONUMENTAL



... veo cómo el trineo se va de mis manos, tirada en la nieve contemplo asustada a mis perros marchándose sin mí, me es imposible mantener el control, la impotencia se apodera de mí, sé que he chocado contra un poste de acero y me he reventado la mano izquierda... creo que estoy jodida...

Partíamos hacia Vinuesa el sábado 31 en busca de más aventuras, sabidurías y para compartir estos días de entreno en nieve con grandes amigos. Allí nos esperaban los incansables e insaciables "Primos Bikejoring Team", de Veterinárea y Surfingpets Antonio Parra con su maravillosa mujer Cristina y Dog´s Team Salva, el gran Musher Luque con Sara, su esposa y la primera mujer participante en la Soria Unlimited 2015 (una tía bastante dura de roer y con un corazón enorme).



Nosotros nos quedamos 4 días para preparar al máximo a La Esencia, a la vuelta de la esquina nos espera la Soria Unlimited, gran carrera alpina, dura, internacional y hecha con mucho mimo, organizada por nuestro gran amigo Salva siendo este año el Race Marshall de la competición.

El propósito era poner mucho más fuertes a nuestros perros, asi que el plan consistía en que Carlos íba con 5 perros y yo con los otros 5. El sábado nos esperaba una etapa nocturna con ventisca, acompañándonos una oscuridad tenebrosa y nevándonos constantemente. Miré a Carlos y le dije que esa noche me quedaría en tierra... había "algo" que no me convencía, tenía miedo...

Es cierto que solo llevaba a mis espaldas unas 6 horas de experiencia con el trineo (llevo toda la temporada con el carro y 6 perros en tierra, un mundo diferente al de la nieve), es cierto que era algo arriesgado salir con ese temporal siendo novata, pero también es cierto que mis ganas, ilusión y el seguir a los míos hicieron que saliera a entrenar.

Javi y David ( Primos Bikejoring Team), querían estrenarse esa noche, haciendo unos 10 km y para ello les ofrecimos a nuestro especial Balú (líder durante muchos años de Salva). Balú es todo un MAESTRO, fiel y humilde... sí, tiene 13 años, es nuestro jubilado y corre que se las pela... Hasta el día de hoy, no he visto un andar tan bonito como el de él, tiene un correr espectacular, parece que va sobre nubes de algodón, aunque lo que más me gusta de él es SU ALMA... yo quiero una así...

Nos tocaba iniciar la aventura en esa noche tan fría, asi que sin miedos ni lastres pusimos rumbo a la oscuridad.
Increíble la sensación de ir con tus perros y el trineo por la noche, cayendo la nieve sobre tu cara y el viento luchando por abatirte...

...Y llegamos al sitio donde al observar, recuerdo el por qué tenía miedo antes de salir. Nos encontramos  con dos postes de acero, uno a cada lado de nuestro camino, colgando de ellos un cable de acero. En el lado izquierdo, había un caminito por donde pasabas justo con el trineo. No pude frenar a tiempo a mi tiro y mis líderes cruzaron por debajo del cable quédandose éstos al otro lado. Con el tapiz echado y sobre él solo notaba que se íban...

Intenté redirigir a Milka e India para que retrocedieran y pasaran por donde debían, pero no hubo forma. Los perros empezaron a impacientarse y dar brincos, echándome la bronca con sus aullidos y ladridos para que dejara de frenarlos y poder seguir corriendo. Noté que el trineo se movió asi que pisé con todo mi peso el freno metálico,gritándoles que parasen, pero ellos solo querían correr y correr... cada vez estaba más cerca de ese cable, pensé en agacharme y pasar por debajo, pero aún así nos quedaríamos enganchados el trineo y yo..  siempre me dijeron que a donde vayan los perros yo he de ir detrás y que pase lo que pase, jamás suelte lo que me una a ellos. Levanté los frenos, volqué el trineo con mi cuerpo hacia el lado izquierdo para poder pasar al otro lado por debajo del cable con mi equipo, cogimos velocidad y de repente oí ese ruido. "...veo cómo el trineo se va de mis manos, tirada en la nieve contemplo asustada a mis perros marchándose sin mí, me es imposible mantener el control, la impotencia se apodera de mí, sé que he chocado contra un poste de acero y me he reventado la mano izquierda... creo que estoy jodida..."





Al otro lado pudieron cogerme a los perros mientras yo bajaba corriendo, aturdida y desorientada por el la situación, como en estado de shock. El ver cómo mis perros se marchaban sin mí... uffff, es desagarrador.


Debíamos seguir porque justo estábamos en el inicio de una bajada increíble con curvas bastante cerradas y técnicas, una pura diversión. Llegamos a un llano y paramos. Las lágrimas empezaron a brotar, mi brazo entero temblaba, cada vez me dolía más, pero los perros tenían que acabar su entrenamiento así que seguimos su rumbo. Nos cruzamos con Salva, me vió la mano y nos dijo de volver, nos ayudaría a dar la vuelta a los perros, pero yo no quería, asi que seguimos. Nos cruzamos con Sara y cuando pasó por nuestro lado, sacó su mano para chocarme gritando:-" Esa Musher!!- no la íba a hacer el feo no? En ese momento sí que hubiera preferido darnos la vuelta jeje... luego dicen que no es competitiva, pero íba a machacarme más aún la mano!!(es broma, ella no sabía nada de mi golpe todavía...Sara te quiero!) Al rato, decir al compañero que nos volviéramos, todo lo que estábamos subiendo luego lo teníamos que bajar y mi mano no estaba fuerte para ello... aún así, conseguimos llegar medio sanos y del todo salvos... entonces me dí cuenta de que los tres días siguientes sí que tendría que quedarme en tierra...



Llegaba el martes y para todos íba a ser un día perfecto... Esta vez no me quedaba en tierra!! Me metí dentro del saco para que los perros musculasen. Llegar arriba y notar ese aire tan puro es indescriptible. Los árboles parecen de algodón, el sonido del trineo en la nieve virgen es igual al cuando surcas el océano con un barco, meciéndose suavemente como si de una cuna se tratase, la nieve parecía azúcar, tan blanca y brillante... De repente creías estar en Alaska, con esos árboles gigantes y sus ramas invadiendo el camino, aquellos bosques interminables y sobre todo esa paz y tranquilidad que te envuelve y te acoge.


 Lo mejor, los perros, abriendo camino con sus poderosas patas, con sus barrigas llenas de nieve y sus barbas congeladas. Brutal verles desde tan abajo, a su altura, contemplando cómo trabajan, espectacular, sus caderas no paran de arriba a abajo, sus respiraciones se hacen eco de la montaña y el momento en el que se giran para asegurarse de que sigues ahí es entrañable...son maravillosos, brillantes, los mejores...
Dos horas y media de FELICIDAD.




Este accidente con el trineo, podía perfectamente quitarme las ganas de volver a hacer Mushing, coger miedo, inseguridad, pero... ya sabéis, cuando oigo o pienso esa
palabra,siento dentro de mi corazón
que algo se mueve...